A tres años de la alerta internacional, hospitales mexicanos aún utilizan equipos Philips que representan riesgo para pacientes.
Ciudad de México, 28 de octubre de 2025 — La presidenta Claudia Sheinbaum informó este lunes que los ventiladores médicos de la marca Philips, adquiridos durante la emergencia sanitaria por la Covid-19 y señalados como defectuosos desde 2021, han sido retirados del sistema público de salud.
Sin embargo, reportes internos del propio sector advierten que al menos 70 % de esos equipos aún continúan en operación dentro de hospitales y clínicas de todo el país.

Durante la conferencia matutina, la mandataria adelantó que la titular de la Secretaría de la Función Pública y de la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno, Raquel Buenrostro, ofrecerá este viernes un informe detallado sobre los contratos relacionados con los ventiladores modelo E30 y otros dispositivos vinculados a la pandemia.
“Ya fueron retirados”, afirmó Sheinbaum, al mismo tiempo que reconoció que “sobre qué pasó con ese contrato” se dará cuenta públicamente.
Un reclamo que llega tarde
A inicios de este mes, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) instruyó a hospitales y almacenes del sistema público separar, clasificar e informar sobre la existencia de los ventiladores BiPAP V30, Bi-Level PAP y E30 de Philips, además de solicitar su retiro inmediato al proveedor.

No obstante, la alerta original había sido emitida en junio de 2021 por la FDA (Food and Drug Administration) de Estados Unidos, debido a fallas en la esponja interna de poliéster-poliuretano (PE-PUR) de los equipos, lo que representa un riesgo potencial para la salud de los pacientes.
El hecho de que la acción en México llegue más de tres años después ha sido señalado por médicos, ingenieros biomédicos y usuarios como un ejemplo de negligencia y falta de transparencia institucional.
Responsabilidad y transparencia
Philips México declaró que había resuelto el 99 % de los casos globalmente; sin embargo, su propia filial reconoció que en México “no se había retirado ni sustituido un solo equipo E30” hasta la declaración de la presidenta.
A su vez, en 2024, Cofepris indicó no haber encontrado anomalías que representaran riesgo para la salud pública, en contraste con el comunicado del 8 de octubre pasado que admitía fallas en el mecanismo de control de dichos dispositivos.
En otros países como Estados Unidos, Canadá, Países Bajos y España, se han emprendido acciones legales contra la empresa tanto por parte de gobiernos como de pacientes afectados.
Más allá del fallo técnico
El caso de los ventiladores Philips no es solo un problema de ingeniería o mantenimiento. Revela la frágil intersección entre salud pública, contrataciones de emergencia y rendición de cuentas.

Cuando el país enfrentaba la ola más grave de la pandemia —entre marzo de 2020 y mayo de 2023—, se adquirieron equipos bajo autorización de uso de emergencia, que posteriormente mostraron defectos estructurales.
Ahora, el anuncio de la retirada llega acompañado de la promesa de un informe detallado. Pero la percepción de muchos profesionales de la salud es que la medida es tardía y que miles de pacientes podrían haber estado expuestos durante ese lapso.