Por Redacción
Toronto, Canadá.— La corporación automotriz General Motors (GM) anunció el cierre definitivo de la planta CAMI Assembly, ubicada en la localidad de Ingersoll, Ontario, donde se ensamblaban las camionetas eléctricas de reparto BrightDrop, lo que dejará sin empleo a más de mil 200 trabajadores y representa un duro golpe para la economía regional.
En un comunicado oficial, la empresa informó que la producción cesará de manera permanente ante la “menor demanda de lo anticipado” en el mercado de vehículos eléctricos comerciales.
La directora ejecutiva de GM, Mary Barra, explicó que la compañía evaluará nuevas oportunidades para el uso del sitio, pero reconoció que las condiciones actuales no permiten mantener la producción.
De acuerdo con la compañía, la decisión obedece a la baja demanda del mercado en el segmento de vehículos eléctricos de reparto. “Hemos decidido detener la producción de BrightDrop en la planta de CAMI y analizar nuevas oportunidades para sus instalaciones”, explicó Mary Barra, directora ejecutiva de GM.
El complejo industrial, inaugurado en 1989, ha sido uno de los principales motores económicos de la región. Su cierre genera preocupación entre los empleados y las comunidades vecinas, que dependen en buena medida de las actividades de la planta.

El gobierno de Ontario informó que revisará los acuerdos e incentivos otorgados a la empresa, pues en 2021 la planta recibió 500 millones de dólares en fondos públicos —aportados por los gobiernos provincial y federal— para su modernización y conversión hacia la producción eléctrica.
“Defenderemos cada empleo y cada dólar invertido. Esperamos que GM mantenga sus compromisos con los trabajadores canadienses”, indicó un portavoz del Ministerio de Desarrollo Económico de la provincia.
Especialistas del sector automotriz consideraron que la decisión refleja los retos que enfrenta la transición energética en la industria, particularmente en los segmentos donde la demanda se mantiene por debajo de las expectativas.
El anuncio se dio a conocer una semana después de que la firma Stellantis confirmara una inversión de 13 mil millones de dólares en Estados Unidos, lo que implicará el traslado de parte de sus operaciones fuera de Canadá.
Pese al cierre, GM aseguró que mantendrá su presencia industrial en el país, con plantas activas en Oshawa y St. Catharines, y reiteró su compromiso con los planes de electrificación en América del Norte.