Por: Redacción
Ciudad de México, 23 de octubre, 2025. Petróleos Mexicanos (Pemex) se encuentra en una situación crítica: se proyecta que su producción de crudo caerá en un 40% hacia 2033 mientras que su deuda con proveedores alcanzará cerca de 40 mil millones de dólares. Ante este panorama, la administración de Claudia Sheinbaum ha optado por una estrategia inédita: abrir la puerta al capital privado mediante contratos mixtos para sostener la extracción de hidrocarburos y garantizar la estabilidad energética del país.
El Plan Estratégico 2025-2035, presentado el pasado 5 de agosto, advierte que, sin el apoyo de la iniciativa privada, México podría enfrentar una crisis petrolera que afectaría tanto el actual sexenio como los primeros años del siguiente. El documento detalla que la producción de crudo podría reducirse de 1 millón 714 mil barriles diarios, que se producen en 2025, a 1 millón 23 mil barriles en 2033, un retroceso que equipararía la capacidad de extracción nacional a niveles de 1980.

El director general de Pemex, Víctor Rodríguez Padilla, destacó en su Informe Anual 2024 que los contratos mixtos no solo impulsan la viabilidad financiera de proyectos clave, sino que también contribuyen al cumplimiento de los objetivos estratégicos de seguridad energética y desarrollo del país.
Expertos del sector energético coinciden en que la participación del capital privado es esencial para evitar un colapso en la producción petrolera. Gonzalo Monroy, analista y director de GMEC, advirtió que, sin esta colaboración, la caída en la producción podría ser inminente a partir de 2027.
Sin embargo, la estrategia no está exenta de controversia. Organizaciones civiles y sindicatos han expresado su preocupación por la posible privatización de recursos estratégicos y el impacto en los derechos laborales. La administración de Sheinbaum sostiene que los contratos mixtos son una herramienta para fortalecer la soberanía energética sin comprometer el control nacional sobre los recursos.
En este contexto, Pemex se enfrenta al desafío de equilibrar la necesidad de inversión con la defensa de los intereses nacionales, mientras busca una salida a su crisis estructural.